En Tupy nos hemos propuesto alimentarte bien y para ello te proponemos la dieta mediterránea.
En España tenemos la suerte de gozar de una gastronomía privilegiada. De Galicia a Melilla, de Barcelona a Huelva, de Bilbao a Canarias… Vayas a donde vayas encontrarás platos y productos de primerísima calidad. Eso se lo debemos al clima, a la tierra y a la tradición de los profesionales que, generación tras generación, inculcan el amor a lo que hacen. Y al amor por cocinar y sobre todo por comer que en Tupy creemos que compartimos todos los españoles por igual.
Agricultores, ganaderos, pescadores… todos ellos son fundamentales para que nosotros podamos cumplir con nuestro compromiso de alimentaros. ¡Sin olvidar a los transportistas!
Y más en los tiempos que corren. Llevamos más de dos meses en cuarentena. Parece que por fin empezamos a danos un paseo al día y a darnos baños de sol, después de una primavera que no podremos olvidar.
Tupy sigue alimentándote, incluso en cuarentena.
Para nuestra satisfacción os diremos que no hemos cerrado ni un día en todo lo que llevamos de cuarentena. Y sobre todo queremos compartir vuestras sonrisas al dejaros el paquete con vuestra comida en la puerta de casa. Guardando las distancias, para vuestra y nuestra tranquilidad, sabedores de que con cada uno de los tuppers caseros que abriréis llevaréis una porción de nuestra dieta mediterránea y un buen puñado de nuestro amor.
Hoy subimos esta imagen, con estos platos, al blog de Tupy “El tazón maravilla”.
Pero no os preocupéis si pincháis en el enlace para ir a configurar vuestro menú y no coinciden los platos. Normal… Los cambiamos todos los miércoles para que quienes confiáis en nosotros sepáis que cada semana comeréis recetas distintas.
Como ya os decíamos, la dieta mediterránea es rica y variada, casi tanto como los menús de Tupy. En ellos encontraréis legumbres, verduras, carnes, pescados, mariscos, pastas, arroces, frutas… Y todos los ingredientes necesarios para componer la dieta más sana del mundo entero.
Esperamos que la próxima vez que te sientes en la mesa de tu comedor, en tu casa (algunos en la oficina, que también hay quien nos pide la comida para comerla desde el trabajo) huelas tu plato y se te dibuje una sonrisa en el rostro. Piensa en nuestro compromiso de no fallarte. Recuerda a los profesionales que han hecho posible que nos lleguen los alimentos para poderlos guisar para ti. Piensa en todos los que se han pasado horas al volante con una mascarilla para traernos la materia prima o para llevarte tu comida y comprenderás que, estando aislado en tu hogar, nunca has estado solo.